miércoles, 16 de julio de 2014

EL FÚTBOL

Hola amigos que tal, disculpen que los haya tenido abandonados este tiempo, la universidad es muy complicada. El tema de hoy que debí hablar hace un mes fue el fútbol. Si, si, ya se acabó el mundial, Alemania salió campeón, Brasil decepcionó, etc. Pero yo quería hacer una reflexión sobre lo que significa este deporte para nosotros los hombres y para algunas mujeres claro.

Más específicamente el tema de la unión. El evento más grande del deporte rey, que ya se realizó, debió fomentar esa unión entre los seres humanos. Ahora, es difícil lograr eso si la razón se deja de lado y las emociones toman el control. ¿Por qué pasa esto? Siendo un juego donde hay ganadores y perdedores, aún incluso cuando existe el empate, es obvio que queremos que gane nuestro equipo y pierda el rival, logrando despertar en nosotros ese sentimiento, esa pasión que nada ni nadie nos quitará. Si claro, podemos unirnos los del mismo equipo, pero no podemos unirnos con los rivales, al menos no cuando estemos en pleno partido.

Yo creo que eso es lo ideal, el respeto hacia otras personas sin importar el equipo o el país que sean. Claro, son inevitables los cánticos, las cargadas, las bromas, etc. Pero ¿Son necesarias? Podríamos disfrutar el partido sin necesidad de ver la hinchada del equipo rival. Gritar un gol no es malo, lo malo es burlarte del equipo que va perdiendo ¿Qué necesidad hay? Celebra las victorias con tu gente y reflexiona las derrotas con los mismos. Lamentablemente con la presencia de las redes sociales esto es cada vez más difícil, ni hablar de los famosos memes, que no ayudan a generar ese sentimiento de unión entre rivales.

El ejemplo lo tienen que dar los jugadores. Si ellos se pelean, insultan, dejan llevar por sus emociones, los hinchas emulan las mismas y termina todo mal. El dominio que estas emociones tienen por las personas hacen que se creen algo que considero repudiable en la sociedad: Las barras bravas. Un conjunto de inadaptados sociales que se dejan manipular por sus sentimientos de euforia, ira, pasión, etc. Provocando disturbios, desastres y demás problemas.

¿Solución? El carácter es tener un control y dominio absoluto de nuestras emociones, logrando poner por encima a la razón. ¿Cómo se logra? Autocontrol por supuesto, tenemos que liberar nuestra carga emocional con gritos de gol, de insultos al árbitro, a la pantalla de tu televisor, a tu radio, pero sin llegar al extremo de romper o agredir hostilmente las cosas, a las mismas personas. Debemos recordar que es SOLO UN JUEGO.

La reflexión está para todos, fue un gusto volver a escribirles, atentos que regreso con más temas para hablar de la vida. Les ha hablado el colmillo y les deseo a todos un buen día.


No hay comentarios:

Publicar un comentario